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Aventuras y desventuras de Chemi en Londres

New Home

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Yes, dentro de poco me mudo a la que será mi nueva casa en Londres. Increíble, si en París tardé un mes y tuve que ver miles de pisos y recibir miles de ‘noes' antes de encontrar un piso que sólo era temporal y en el que tuve que convivir con dos personas realmente desagradables y odiosas, aquí he tardado cuatro días y sólo he tenido que ver uno. El martes pasado me conecté a Internet un rato desde el número 65 de mi calle (de donde me acabó echando una mujer que vive allí y que amenazó con llamar a la policía si no me iba), a GumTree.com, página de referencia para encontrar piso, trabajo, mascota, novia, cafetera o cualquier otra cosa en Londres y en el Reino Unido en general, y escribí un montón de emails a todos los pisos que iba encontrando interesantes con la idea de concertar citas para el jueves o viernes, días en los que estaría off (en los que libraría en el trabajo). E ‘interesantes' quería decir: en zona 2 (la zona 1 es imposiblemente cara y la 3 ya está muy lejos del centro), bien conectados con Oxford Circus (mi agradable lugar de trabajo), habitación individual (¡no más ronquidos ni más tapones para los oídos! (¡toma rima!)), gente anglófona viviendo en la casa (la mejor manera de practicar la lengua, nunca mejor dicho, es echarse una novia que hable inglés, o cuanto menos una compañera de piso), evidentemente que no fuera "muy caro" (situé mi umbral en 90 libras/semana, lo que es algo más de 135 euros a la semana, lo que es más de lo que pagaba en mi piso de Valencia de alquiler por todo un mes), y muy importante, que fuera más o menos para a partir del 28 ó 29 de octubre, fecha en la que cobraré mi primer (segundo) sueldo en Zara (que tendría que dedicar casi íntegro al pago del depósito y primeras semanas de alquiler del piso, por lo que seguiré viviendo otro mes bajo mínimos), además de que en el hostel tengo que decir con una semana de antelación que me voy o si no se quedan con mi fianza (100 jugosas libras que me tienen que devolver y que me darán la vida, literalmente hablando). Muy bien. El que más llamó mi atención fue uno situado en Shepherd's Bush, en zona 2 pero bastante cerca del centro, pegado a Kensington por el este y a Notting Hill por el norte, en el que había una habitación individual libre por 83 libras/semana, cocina, salón, todos los electrodomésticos habituales (lo que os sonará a gilipollez pero que para mí hoy por hoy es todo un lujo después del año en París y del mes y medio en el hostel) e incluso Internet wifi. Y la habitación estaba libre a partir del 30 de octubre. Y sería para compartirlo con una chica francesa y otra australiana, que además ponían en el anuncio que preferían a un chico (qué perrillas), que fuera no fumador y que tuviera veintitantos años. Es decir, me buscaban a mí. Y así se lo dije en el email, vendiéndome como un chaval de puta madre, no fumador, limpio, deportista y bla bla bla y todo ese tipo de cosas que quieren las chicas en sus compañeros de piso (o que yo creía que querían las chicas en sus compañeros de piso). Y ya con el texto de ese email como base y variándolo al gusto de cada uno de los que buscaban compañero de piso, escribí a unos cuantos más que también me parecieron interesantes, aunque ninguno me venía tan bien como aquel primero (o estaban muy lejos, o mal conectados, o la habitación era para ya, o eran muy caros, o...).

Así que allí estaba yo, en busca de mi destino en Londres, cuando en la acera de enfrente aparcó un Porsche (en mi calle hay habitualmente aparcados varios Porsches, Ferraris y demás, para qué veáis con qué gente me relaciono, ja, y eso que no vivo en Chelsea, Battersea o Kensington, que ya sí que son la hostia) y bajó de él una mujer rubia y furibunda que se dirigió veloz hacia mí gritándome todo tipo de incomprensibles sandeces en inglés. Yo la miré con cara de sorpresa y le dije con voz de sorpresa, Sorry??, por lo que ella debió adivinar, supongo que sin sorpresa, mi origen extranjero y empezó a hablar más lentamente. Y me dijo que ya se lo había dicho a otras personas muchas veces, que ahí vivía gente, que era una propiedad privada, y que no quería volver a ver a nadie ahí sentado o que llamaría a la policía; aunque de lo de conectarnos a Internet por la cara no dijo (o yo no entendí) ni una palabra. Bueno. Claro que es una propiedad privada, pero ahí estamos sentados prácticamente en la calle, a escasos centímetros de la acera, en un pequeño portal en el que tras tres escalones hay una pared con una ventana, ya que el 65 y el 66 son la misma vivienda y se entra por el 66 (por ejemplo, no es ni siquiera como cuando nos sentamos en el portal de Nacho en Ibi). Pero en fin. Y yo le dije, Ok, ok, ya me voy; y seguí tranquilamente escribiendo el último email; pero ella realmente exaltada me dijo, ¡Te vas ya, ahora mismo!, ¡o llamo a la policía!. Y yo pensando, joder, le dije, Vale, vale; y me levanté, por lo que ella, mirándome realmente muy mal, se fue y entró por el 66 al edificio, tras lo cual yo me volví a sentar. Acabé ese email, apagué el ordenador, me levanté y cuando salí a la acera la rubia salía también en ese momento del 66 mirando hacia donde yo estaba, y al verme le cambió la cara y de nuevo me miró muy mal, seguro que deseándome una muerte larga y dolorosa, pero como yo ya estaba en la acera y no en su propiedad privada, pues no dijo nada y simplemente se fue hacia el otro lado lanzándome todo tipo de maldiciones anglas y sajonas.

Y al día siguiente, el miércoles por la mañana, antes de ir a trabajar, me volví a conectar a Internet, esta vez desde la Victoria Library, y vi que sólo me habían contestado de cuatro pisos. Uno bastante interesante y en el que la chica me decía que acababa de volver de España de vacaciones, y que le había encantando y que le encantabas los españoles y que le escribiera para quedar para ver e piso jueves o viernes. Y yo pensando, Pues ya está, me visto de torero y me llevo unos pinchos de tortilla de patatas, y seguro que la habitación es mía. En la respuesta de otro piso, que igualmente estaba bastante bien, me decían que tenían que alquilar la habitación antes de lo que a mí me venía bien, pero que en todo caso yo podía empezar a pagarla antes e ir allí a vivir el 28 de octubre o cuando fuera; y yo, Claro, y si queréis también os invito a cerveza en el pub todas las noches durante el primer mes, como si el del Porsche fuera yo y no la loca ésa obsesionada con la policía. De otro piso simplemente me habían contestado que si estaba interesado llamara al teléfono de Craig o de David (o no sé, en realidad ya no me acuerdo y me acabo de inventar los nombres). Y oh milagro, también me habían contestado del piso aquél de la francesa y la australiana dándome la dirección y que si estaba interesado fuera ese mismo jueves. Así que les contesté a éstas diciéndoles que allí estaría el jueves, y escribí a la otra chica, la que estaba flipada con España, diciéndole que a mí me iba bien ir a ver su piso el viernes. Tras lo cual me fui a Zara planeando ya mis estrategias para ambos pisos, recordando para ello mi extensa y desagradable experiencia en la búsqueda de pisos en París.

Y el jueves por la tarde-noche, después de ver en Internet que la chica flipada con España me había dado la dirección y me había confirmado que fuera el viernes a ver el piso, me fui para Shepherd's Bush a ver el primero de mis futuros posibles hogares en Londres. Salgo del metro y la zona, bueno, bastante normal, ni super guay que te cagas ni chunga tipo Bronx o Nazaret. Anduve un ratillo por la avenida aquélla, y finalmente encontré el número (que ya he olvidado, viva el alzheimer), una puerta verde medio escondida entre dos bares o tiendas. Llamo y me abre una de las chicas, que igual podía ser la francesa que la australiana, y muy alegre y sin dejar de sonreír (no dejó de sonreír durante todo el rato que estuve allí, increíble la resistencia muscular de sus músculos faciales) me lleva al salón, en el piso de arriba (en el piso de abajo no había nada, sólo las escaleras hacia arriba), donde estaban la otra chica, que resultó ser la francesa (por lo que la primera, como ya habréis adivinado, era la australiana), y un chico grandote y con pinta de bonachón que creo que también era australiano (al menos no dejó de beber Foster's durante todo el tiempo que yo estuve en la casa), y que es el que se va y por eso su habitación se queda libre. Y el chaval, que ya no recuerdo cómo se llama, me enseñó la casa: un aseo normal con bañera, una cocina bastante grande con todo (microondas, horno, nevera, lavadora... qué guay, me emocioné y todo al verla), el salón con varios sillones y sofás y un par de televisores (?), y en la planta de más arriba las habitaciones, incluyendo la que se va a quedar libre, que no es muy grande y que está casi totalmente ocupada por una enorme cama que no es que sea de matrimonio, es que es de trío, y tres mesitas. Y el armario, también bastante grande, está al lado de la habitación pero en el pasillo. Bueno. Tras realizar ese tour, subieron también las dos chicas y allí estuvimos todos un buen rato, en el pasillo, ellos, sobre todo la francesa, interrogándome y yo siendo interrogado. Y ése era el momento clave de la visita, donde me jugaba mis posibilidades de acabar viviendo en ese piso, por lo que mis sentidos se agudizaron y mis escasas neuronas se mantuvieron tensas y a la expectativa, tratando de aprovechar mi larga experiencia en ese tipo de situaciones en París. Primera pregunta, Where are you from? Bueno, ésa era fácil, Español. ¡Oh!, dijo la francesa, perfecto porque yo estoy aprendiendo español y así podrías ayudarme; y yo, siendo consciente de haber ganado ya unos cuantos puntos y con la mejor de mis sonrisas, Claro, claro. Y ella de nuevo, Además, muy bien, porque los españoles son más simpáticos que los franceses y que los ingleses. Y pensaréis, Dios, qué fácil, a la chavala ésa le molaban un montón los españoles y así ya tenías medio camino hecho. Y sí, esa buena prensa que tenemos los jóvenes españoles entre los jóvenes del resto de Europa me daba más puntos, pero el comentario de la chica no estaba exento de peligros, porque si yo me regodeaba en mi "superioridad" frente a franceses e ingleses, podría herir sus sentimientos, ya que ella era francesa y seguro que por vivir aquí tiene muchos amigos ingleses, y es que una cosa es que ella diga eso así en plan comentario inocente y otra el que lo dijera yo. Así que en un ágil giro dije, Bueno, yo estuve el año pasado viviendo en París y los franceses que conocí también eran muy majos. ¡Ajá!, así esquivaba el peligro de tener que estar de acuerdo o no con ella al tiempo que contaba que había vivido en París y que hablaba bien de los franceses. Y ella positivamente sorprendida, ¡Oh!, ¿has vivido en París?, ¿y hablas francés?; y yo, más puntos para mi bolsillo; Sí, estuve allí el año pasado con una beca Erasmus. Otro gran movimiento: así pasábamos a hablar de mis estudios. Y precisamente ella preguntó, ¿Y qué has estudiado?

[continuará...]

3 comentarios

Carlos -

Enhorabuena por el piso, yo parece que voy a la inversa que tú: acabas de encontrar piso y yo estoy a punto de abandonarlo y volver a la infructuosa y terrorífica búsqueda... pero todo se verá. Saludos desde Praga!!

Paulola -

Sí...consiguió el piso....
Qué suerte tienes!! :)
Ah! Y nos tienes que describir un poco a tus futuras compañeras de piso!!

Me alegro que por fin vayas a dormir bien y que tengas esas comodidades que echabas de menos...Que superan incluso a las del mío!En serio...En mi piso de Murcia no tenemos horno (el casero se niega a arreglarlo...)....pa que veas... ;)

Weno, un besazo y escribe pronto el siguiente capítulo!! :D

Raszia -

Qué cabrón, nos dejas a medias!!!

Aunque bueno, como al principio ya cuentas q conseguiste el piso al primer intento, pues es de suponer q encandilaste a la gabacha y a la aussie.
Esperemos q uses esa cama de trios con las dos! xddddd

Por cierto, en relación al anterior mensaje q publicaste se me olvidó en el comentario ponerte algo sobre la canción de los Pixies (q por cierto tocaron este verano en el FIB), pero lamentablemente mis pocas neuronas (me quedan menos q a ti) lo han olvidado, así simplemente decirte q la canción q citas es buenísima, gran canción y sin duda una de las más conocidas del grupo. Quizá la otra canción más conocida aún del grupo sea Here Comes Your Man.
Aunque bueno, realmente viviendo como estás en Londres quizá debería pasarte a oir otros grupos como The Clash (brutal su disco London Calling), Joy Division o The Smiths ;-)