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Aventuras y desventuras de Chemi en Londres

Lost in London

Aquí estoy, ahora mismo en la habitación 301 de la Holland House, en el 53 de Eccleston Square, a dos pasos de Victoria Station, en el puto centro de Londres, aunque cuando publique este post, estaré sentado en la calle, en el portal del 65 de Eccleston Square, donde se pilla Internet wifi de gran calidad y rapidez y, sobre todo, gratis.

Qué decir de lo que es irse de repente a otra ciudad, a otro país, a otro mundo. Hoy es mi quinto día aquí y tengo la impresión de que llevo varias semanas, me he recorrido ya medio centro de Londres, lugares como Victoria, Buckingham Palace, el Parlamento con su Big Ben, la abadía de Westminster, el London Eye, Trafalgar Square, la National Gallery (qué maravilla que sea gratis), Leicester Square, Covent Garden, Piccadilly Circus, Regent Street, Oxford Circus, Oxford Street, la catedral de Saint Paul, el Millennium Bridge, la Tate Modern (qué maravilla también que sea gratis, aunque he leído que el gobierno está pensando en eliminar la gratuidad de los museos, putos cabrones capitalistas) con su impresionante vista desde el séptimo piso, el Shakespeare's Globe (después de una siestecita en el césped del jardín de la Tate), el Bankside, Portobello Road, Notting Hill... He viajado en el tube, he viajado en el piso de arriba de varios autobuses de dos plantas, he viajado a pie por estas increíbles y surrealistas calles de Londres... Pero en realidad es más como haber visto una película o una serie de fotografías, porque una ciudad realmente se conoce, verdaderamente atraviesas la pantalla y te sumerges en ella, cuando la vives, cuando estás el suficiente tiempo o vives en ella las suficientes experiencias, cuando te pierdes por sus calles a pie sin tener ni puta idea de dónde estás y descubres casualmente (o no) rincones y lugares que no aparecen en las guías pero que muchas veces son la clave o el alma o el sentido para conocer en verdad la ciudad.

En cuanto a aspectos más mundanos, aunque todo es mundano en realidad, y después de haber acostumbrado mi oído y mi lengua (ja!) a la incomprensible e impronunciable lengua de Shakespeare, de Byron, de Milton y del manager de mi hostel, llevo dos días llamando a una chica española de Zara que trabaja en recursos humanos en la Head Office y a la que envié mi curriculum en verano, quien me dijo que en septiembre necesitan a mucha gente, que la llamara en cuanto llegase, pero no responde al teléfono. Le dejé un mensaje en el contestador, pero evidentemente ella no me va a llamar, así que yo sigo llamando y gastándome mis escasos peniques cual posmoderno Oliver Twist con los pelos de punta. Pero como nunca lo coge, en estos momentos estoy dudando entre interpretarlo como una señal decisiva y definitiva para agotar mis pocos recursos económicos y lanzarme a vivir en las calles como un nuevo George Orwell, o interpretarlo como que tengo que dejar de llamarla y simplemente dejar un curriculum en cualquier Zara, porque teniendo experiencia y siendo español es altamente probable que pueda volver a formar parte de la gran familia Inditex. Y aunque la primera opción es tentadora, creo que esta tarde me pasaré por el Zara de Regent Street y dejaré allí mis credenciales.

En el hostel se está bien, todo es gente joven, simpática y mayoritariamente, como era de esperar, española (excepto yo, que no soy ni joven ni simpático ni español, pues soy un estúpido y engreído parisino). Comparto habitación con un colombiano que vive en Toulusse y que ha venido unos días a visitar a su hermano, que trabaja en el hostel, y con un napolitano que responde cien por cien a la imagen del típico italiano (como también respondían la mayoría de los italianos que conocí en París), que trabaja como camarero en un restaurante italiano (los tentáculos de la Cosa Nostra se extienden por toda Europa...) y que en unos días empezará a estudiar no sé qué en no sé qué escuela, y es que el pobre habla menos inglés que yo, que ya es decir. Y muy bien con ambos, aunque Paolo ronca como un cabrón y hace mucho ruido cuando se levanta, pero bien, un par de hostias bien dadas y seguro que se le quita la tontería. No, que bien, pero siempre es mejor un piso, al menos para mí, porque aquí hay gente que lleva viviendo años en el hostel... y es que encontrar una habitación para ti solo, sin compartir, en un piso pagando lo que cuesta el hostel y que esté céntrico es absolutamente imposible, así que yo también he empezado a replantearme mis intenciones inmobiliarias, pero aun así, si cuando tenga trabajo me lo puedo pagar, prefiero mi propia habitación en un piso aunque no esté tan céntrico como estos hostels y aunque me cueste más caro.

Y cuando ya esté establecido y asentado en el universo londinense y hable ya con cierta gracia y con acento iberut este puto idioma, empezaré con tranquilidad a buscar otro empleo más o menos relacionado con el mundo del periodismo, de las letras, impresas si puede ser (¿qué tal trabajar en The Guardian junto al inefable Timothy Garton Ash?). Y si pasan los días, las semanas, los meses y nada encuentro y me canso de mi esclavitud consentida en un Zara o en una cafetería o en un supermercado, me empezaré a plantear mi próximo movimiento: ¿Nueva York, Los Ángeles, Buenos Aires, Barcelona...? (ese interrogante parece una canción de M-Clan). Pero hoy es hoy y por el momento soy un puto inmigrante desempleado y que desconoce la lengua nativa, sin más pero sin menos, porque lo cierto es que no me desagrada nada ser un puto inmigrante desempleado y que desconoce la lengua nativa, no me desagrada ese aire de fugacidad, de inestabilidad, de infinitas posibilidades, que me rodea como un espejismo o como un fantasma y que pronto se desvanecerá seguramente entre perchas, vaqueros y clientes estúpidos que no encuentran la talla que andan buscando. Pero hasta entonces y aunque nada extraordinario ocurra, todo es posible.

Pero voy a dejarlo, ya ha venido el chico-inglés-con-cara-de-amargado que limpia la habitación todas las mañanas, y aún tiene que pasar la aspiradora por esta moqueta que por muchas aspiradora que le pasen no tiene remedio (al lado de ésta, la moqueta verdeazulgris de mi piso de París era una suave alfombra persa). Yo me acicalaré un poco (pero no mucho) y me iré al 65 a enviar estas palabras al ciberespacio, y de ahí al Soho a dar una vuelta y me pasaré por Regent Street, que hace de límite del Soho al sur, para jugarme a la carta de Zara mi más inmediato destino laboral.

Sé que este blog es más simple que el mecanismo de un botijo (aunque el funcionamiento de un botijo tiene su cosa, eh) y que tiene menos gracia que Míchel comentando partidos de fútbol, pero cuando pueda conectarme a Internet tranquilamente en algún lugar que cuente, no sé, con silla, mesa, paredes y techo por ejemplo, ya lo iré mejorando (o no). Sé también que el texto de este post es una mierda aburrida y gris, pero os aguantáis, aunque espero y supongo que el estilo se hará más ameno en próximos posts (o no); no, esto sí, a mí tampoco me gusta que sean tan serios y planos. Y ya está, y no os matéis todos a poner comentarios, que os conozco.

(La fecha está equivocada, hoy es jueves 14 de septiembre -en Ibi esta noche es la Olleta- y ahora es más o menos, aquí en Londres, mediodía)

(Si alguien no se enteró de la existencia del blog por el email que envié, que no se pique, se lo envié a todos los grupos que tengo en las direcciones de Hotmail, y es probable que haya direcciones que tengo por ahí perdidas fuera de los grupos)

5 comentarios

alonso -

que pasa Chemi. Soy alonso, te esctibo estas lineas cagando birutas que me piro cobn unos colegas. Pasatelo bien poora hi y manten la calama a pesar de los dfish and chips y de la lluvia. Se lo que es un veranito en london. Disfrutalo.

Chemi -

Bueno bueno bueno, cuánta gente :-) gracias por leer, por comentar y por los ánimos :-D

Lo de camarero, que no te extrañe, porque lo máximo que he conseguido es promesas de entrevistas y para empezar en octubre (ver el siguiente post).

Y bueno bueno, gracias por lo del "tipo ilustre que seré algún día", pero vamos, que yo no creo que llegue a serlo, de hecho, con poder dejar de trabajar en Zara algún día me sobra, je je.

Pues ya ves si me das envidia, aquí mucho frío no está haciendo, pero todas las noches llueve y amanece super nublado y está todo el día así como a punto de llover. Aunque a veces se aclara algún huevo y vemos un poco de sol y entonces digo, ay, qué bien se vivía en España, qué hago yo aquí... pero nada, aquí estoy, ¡y siempre hacia adelante! :-)

Paulola -

Hello!!! Aquí estamos de nuevo. Ya te he escrito un mail extenso, no más aburrido que tu post ( es broma...jeje) Y na, que espero que estés bien. Y suerte con el trabajo!!
Por cierto, hoy ha salido un buen dia, con Sol incluido, que aprovecharé para ir a la playita (a ver si te doy envidia y te vuelves pronto, jeje ;) Un besazo!!

CrisDelmar -

Eiiiii, ese es mi Chemiiiii,
que todavía estás vivo!!!!Me alegro de que esa gran urbe que es Londres no te esté traumatizando, aunque bueno, después de pasar un año en Paris, viviendo en el comedor de cuatro pisos diferentes y compartiendo en ocasiones hogar con locas gordas y ninfómanas... vacunan a cualquiera ante toda situación imaginable!!! Ánimo, y piensa que esto podría ser un maravilloso relato dentro de la biografía de el tipo ilustre que serás algún día. Ya sabes, en esas biografías de periodistas y filósofos no pone : "terminé la carrera en mi ciudad de siempre y trabajé en una gris oficina". Más bien suele poner cosas del tipo "acabé la carrera en Paris, malviviendo en muchos tugurios, trabajando en una tienda de ropa. Luego me mudé a Londres a buscarme la vida, así con cuatro duros en el bolsillo, y viviendo en más tugurios llenos de compañeros de todas las partes del mundo y entonces me contrataron de becario en un diario...". vamos, que apuntas maneras para ser un abuelo cebolleta de esos que tienen mil batallitas!!!!

Raszia -

Ale, q raro, voy a ser el primero en responder! seguro q después recibirás olas y olas de comentarios como ya te pasaba en el blog parisino xddddd
Si quieres q te diga la verdad, ya pensaba q te habían secuestrado en un sótano rollo Pulp Fiction y q te estaban obligando a chupar pirulos tropicales, pero no, estás todavía vivo e inmaculado (oralmente se entiende, claro).
Por cierto, veo q al final has conseguido un blog con el nombre de la tan famosa comida inglesa Fish and Chips, q la verdad, no sé porqué es tan famosa.
A ver si encuentras curro ya en Zara, y si no, pues acércate al Ministry of Sound o a Fabric (mejor ésta última) y busca curro de camarero o algo así, cobrarás un pasta, no currarás muchas horas y tendrás todo el día libre...
;-)